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jueves, 3 de diciembre de 2009

ensayo gestión, poder y conflicto

La transformación de la gestión educativa. Entre el conflicto y el poder.

En general, son pocos los directores o los administradores que hacen investigación sobre su hacer, analizan sus propósitos, sus estrategias o los productos de sus acciones de gestión en las instituciones educativas donde laboran. Una muestra de esto son las investigaciones que se han reportado en ese sentido en Estados Unidos en los últimos tres años . Una de ellas contiene tres ensayos de igual número de directores de educación básica, media y superior en la que investigan sus experiencias sobre la implementación de medidas sobre la enseñanza y aprendizaje (Paulus, Bartley, White y Welch, 1998). Estos ensayos recuperan la necesidad de establecer un liderazgo participativo, unas metas claras, un proceso de asesoramiento riguroso y, sobre todo, un pertinente manejo de conflictos, entre los aspectos más relevantes.

Otra de las dos cuestiones presentes, es preguntarse acerca del desarrollo y la investigación alrededor del poder que se ejerce en la gestión o a través de la gestión y las situaciones de conflicto a partir de las cuales se realiza o transforma la organización de la institución educativa. En el caso de la revisión de los estudios o investigaciones en México, ninguna se refiere expresamente al manejo de conflictos o al poder, aunque de alguna manera refieren estos factores como una de las situaciones laborales más comunes. Estos tres aspectos recurrentes en los trabajos, la transformación de la gestión, el poder y el conflicto, corresponden a los tres temas que intentaré desarrollar en este ensayo. El primero es el más amplio ya que incluye y sirve de marco a los otros dos y se refiere a la dirección de la transformación de la gestión. Los dos siguientes estarán determinados por este proceso de cambio estructural.

La gestión ¿administrativa o educativa?

Cuando se habla o escribe sobre gestión, se piensa casi siempre en administración, y sus parámetros de funcionamiento se refieren a eficacia. Los que se dedican a la gestión están básicamente preocupados por la eficacia, en el sentido de criterios objetivos, concretos y medibles. Su estructura organizativa y sus interacciones personales deben producir rendimiento académico al costo más bajo. Y éste como el mejor de sus propósitos, ya que a veces ni siquiera el aprendizaje aparece como tal y sus preocupaciones se centran exclusivamente en el trámite administrativo. Puede ser que el problema se encuentre en la idea generalizada de que los administrativos deben aplicar mecanismos automáticos que garanticen la eficacia. Sin embargo, "comprender la vida de la escuela supone un propósito bien diferente y bastante más complejo e incierto que pretender especificar los factores organizativos que determinan su funcionamiento eficaz" (Pérez Gómez, 1998:147).

Pero, la crítica más relevante a la eficacia como producto esperado en la gestión se refiere a que "la definición estándar del rendimiento académico de las escuelas desconsidera las capacidades de construcción personal de significados, la dimensión creativa, divergente y crítica del pensamiento, así como la capacidad de autorreflexión, autodirección y autoevaluación del aprendizaje" (Pérez Gómez, 1998:151). Entonces, el desarrollo de estas competencias referidas a la autonomía implica los resultados imprevisibles de las propuestas individuales y colectivas. ¿Dónde residen, entonces, los criterios sobre la calidad educativa? ¿Y los de la gestión?

Entonces, la dirección de los cambios estructurales de la gestión es hacia cualidades y condiciones educativas. Dentro de este marco, se pueden decidir las acciones requeridas para moverlas hacia esa dirección educativa.

Esta visión educativa de la gestión no elimina sino replantea las dos categorías más relevantes presentes en la recuperación de experiencias sobre este proceso: el poder y el conflicto. El poder se redefine de manera alterna al autoritarismo y, por supuesto que, al momento de plantear una gestión no autoritaria, plural y compleja, el conflicto cambia de significado haciéndose presente y necesario para la transformación.

El poder en la gestión

Ante el reto de un contexto diverso y cambiante, la gestión debe responder con acciones que propicien el intercambio, la cooperación y el respeto a la diversidad, y es por eso que la concepción de "poder" también está cambiando, mas se resignifica en el marco de la gestión educativa.

En la perspectiva de la organización tradicional, la imposición dominante sobre los otros actores constituye un acto político esencial porque les permite localizar la magnitud y dirección del poder. El supuesto es que el ejercicio legítimo del poder permite integrar las divergencias individuales (Etkin y Schvarstein, 1997).

De hecho, el poder es un modo de acción y se ejerce en la cotidianidad de las prácticas educativas. Ese ejercicio puede ser monolítico y rígido, un vínculo imposible de cambiar y renuente a toda transformación de la estructura existente. La relación en este caso es de sometimiento.

En estas relaciones de fuerza intervienen elementos individuales y de situación; en este sentido, el poder no es el simple resultado de la decisión de una autoridad educativa, que desciende hacia el colectivo, es decir, hacia los docentes, los administrativos y los estudiantes, sino que refiere un proceso mucho más complejo.

En cada uno de los niveles se generan relaciones de fuerza que hay que resolver en la práctica cotidiana y desde la perspectiva más abarcativa; se puede ejercer un poder reconocido y emanado de la misma organización (Etkin y Schvarstein, 1997). Con base en la propuesta de estos autores, el poder participativo o cogestor se puede distinguir a partir de las siguientes características:

  1. • Asimetría de las relaciones.
  1. • Resistencias en el vínculo.
  1. • Efecto transformador.
  1. • Intencionalidad en el ejercicio.
  1. • Deseo de reconocimiento.
  1. • Representaciones simbólicas.
  1. • Lenguaje específico.
  1. • Efectos localizados.
  1. • Funciones productivas.
  1. • Integración con el saber.
  2. • Bases de legitimación.

Como se puede inferir hasta aquí, es posible determinar que en las instituciones educativas se generan relaciones sociales de poder. Se pretende entender el poder como una acción cogestora donde el orden institucional sirve de marco a las nuevas relaciones de fuerza, cambiando las fuentes de poder de los actores. En el establecimiento y la transformación de ese vínculo de poder, especialmente por parte del directivo, están presentes necesidades personales y de legitimación, por lo que la resistencia que se produce, especialmente en los docentes, es la base generadora del conflicto que, a su vez, es el detonador de la transformación. Por ello, analizar el conflicto desde la perspectiva de la transformación de la gestión es fundamental en el proceso de cambio.

El conflicto en la gestión

La condición productora y plural de las interacciones del poder da pie a los conflictos como fuente generadora de transformación. Este proceso de confrontación y solución de conflictos es la base del crecimiento de la interacción entre los actores educativos; es el proceso que se establece entre la estabilidad y la transformación. Por eso, referirnos a los conflictos es hablar de la potencial transformación de las instituciones educativas, de su organización y, por ende, de su gestión (Etkin y Schvarstein, 1997).

Para este fin es útil revisar las ideas de Fisas; aunque escriba sobre el conflicto desde el contexto macro de la cultura de la paz en las comunidades en los países, algunas de sus ideas nos permiten entender el conflicto a escala micro, lo que facilita la prevención, la intervención y la transformación del conflicto. Sus ideas se acercan de manera muy pertinente a la visión del conflicto desde una postura educativa.

De acuerdo con Fisas (1998), el conflicto es un proceso interactivo de construcción social en un contexto cerrado. Puede ser positivo o negativo, según como se aborde y termine transformado o superado por las partes que modifican su comportamiento. Desde la perspectiva de la organización, los desacuerdos en las estructuras internas se reflejan en las representaciones que tienen los actores sobre la identidad de la organización, y la magnitud del conflicto depende de la compatibilidad entre dichas representaciones (Etkin y Schvarstein, 1997). En una institución educativa, no compartir el proyecto que se desarrolla y no ser parte activa e integrante del mismo provoca conflicto. En ese sentido, las respuestas al conflicto son múltiples y pueden ir desde la negociación hasta la destrucción. La gestión óptima del conflicto consiste en evitar los niveles de destrucción o violencia.

El conflicto puede preverse con la intención de lograr que no llegue a cierto nivel de violencia que dificulte su control. Su tratamiento conveniente implica detectarlo a tiempo. La prevención se constituye de estrategias y políticas que predicen comportamientos implicados en la incompatibilidad de propósitos; implica tener la información y el análisis de ésta para prever cuando un conflicto puede generarse o llegar a niveles peligrosos, y a partir de ahí actuar con mayor rapidez. "La prevención es así la primera fase de un proceso que ha de conducir a la intervención sobre el conflicto para transformarlo positivamente" y, se debe agregar, educativamente (Fisas, 1998:144).

Es importante aclarar que la prevención no implica conservar y mantener la situación actual sino pensarla como un instrumento que facilite cambios y transformaciones. Cuando la información sobre el conflicto es suficiente y el análisis es acertado, llega el momento de intervenir en el conflicto. A veces no se interviene de manera pertinente porque no se traduce la información en acciones preventivas y esto produce frustración en los actores. Con base en las ideas de Fisas (1998), este desfase puede deberse a errores como los siguientes:

v • Información pobre o inexacta del contexto.

v • Insuficiente voluntad de las partes, sobre todo cuando se están afectando intereses personales.

v • Indecisión o retraso en la forma de intervenir.

v • Miedo a tomar medidas dirigidas a las causas y no en las manifestaciones de los conflictos.

v • Insuficientes medidas estructurales.

v • Poco interés en las opiniones de los actores y poco entendimiento del ejercicio del poder.

v • Insuficiente coordinación de las acciones.

v • Considerar las estrategias como definitivas, sin considerar la incertidumbre.

v • Colaborar para agravar el conflicto y no para solucionarlo.

v • Apoyar que uno de los actores "gane" sin considerar la negociación.

Estos errores pueden encontrarse en mayor número en posturas menos transformadoras, de tal manera que, sin tener la seguridad de no equivocarse y con la opción de ajustar las estrategias de acuerdo con la recuperación de la experiencia, el directivo tiene la opción de intervenir en el conflicto para producir desarrollo y crecimiento institucional. Entre más se acerca el directivo a una postura inclusiva, compleja, flexible y constructiva, mayor posibilidad tiene de generar transformación educativa a partir del conflicto.

Así pues, los conflictos como actos humanos evolucionan y tienen diversos grados de intensidad. Esa variedad de conflictos genera también posibles estrategias para tratarlos y la elección de la más adecuada permite —o no lo hace— la transformación educativa de los actores y de la gestión. Estas estrategias pueden ser:

  1. Resolución de conflictos
  2. • Gestión de conflictos.
  3. Transformación del conflicto.

De la misma manera que el autor caracteriza el conflicto, propone estrategias para su negociación. Según su naturaleza, identifica las técnicas de negociación más conocidas:

v • Negociación.

v • Conciliación.

v • Arbitraje.

v • Mediación.

CONCLUSIONES

A partir de las anteriores reflexiones se puede entender que la organización institucional, en el ámbito educativo implica la significación académica y compartida del propósito por parte de los actores y, dada su naturaleza, también implica la transformación permanente de normas, estructuras, estrategias de interacción para lograr ese mismo propósito.

En esta breve revisión de trabajos sobre la gestión son claras varias cuestiones. La primera se refiere a la reiterada necesidad, revisión o identificación de procesos de transformación organizacional. En cada uno de ellos se observa que el propósito de cambio está presente en la evidente transición organizacional de cada una de esas instituciones; lo interesante es preguntarse ¿hacia dónde se transforman?

viernes, 6 de noviembre de 2009

MOTIVACION Y EDUCACION


La relación maestro-alumno como motivación del aprendizaje.

Sabemos que en el proceso enseñanza- aprendizaje inciden múltiples factores para el éxito o fracaso del mismo que determinarán la calidad de los resultados.
En la interacción del proceso participan dos elementos de vital importancia como son el maestro y el alumno, quienes de acuerdo a sus expectativas hacia el aprendizaje desarrollarán una buena o mala relación.
El maestro como líder de su clase, coordinador de las actividades del aprendizaje, propiciará que el alumno pueda adquirir sentimientos de superación, de valor personal, de estimación, un concepto de sí mismo o todo lo contrario, sentimientos de minusvalía, frustración, apatía e inadecuación.
Los maestros como parte esencial de la relación educativa están obligados a promover un ambiente óptimo para que se generen buenas relaciones maestro-alumno basadas en la confianza y respeto mutuos.

Amidon y Hunter (1996) definieron la enseñanza como un proceso de interacción que implica ante todo la conversación en clase que se desarrolla entre el maestro y los alumnos. El logro, según McClellland (1965):

  • Ha de enseñar a los participantes el concepto de motivación al logro y su importancia de salir airoso.
  • Ha de crear las expectativas positivas fuertes sobre que el alumno puede y logrará una orientación mayor hacia el rendimiento, como debe ser.
  • Ha de mostrar que el cambio que se busca esta de acuerdo con las demandas de la realidad, la propia constitución de la persona y los valores culturales.
  • Ha de hacer que el alumno se proponga metas realistas, prácticas y específicas a partir de ese nuevo motivo para el logro.
  • Ha de hacer que el alumno registre un adelanto hacia las metas que se ha comprometido.
  • Ha de proporcionar una atmósfera donde la persona se sienta honestamente aceptada y respetada.

La teoría Cognoscitiva Social (Albert Bandura) subraya los siguiente:

  • El establecimiento de metas y la autoevaluación del progreso constituyen importantes mecanismos motivacionales.
  • El establecimiento de metas funciona junto con las expectativas de los resultados y la autosuficiencia.
  • La creatividad persuasiva es importante para los estudiantes porque pueden sentirse más eficaces si alguien confiable como el maestro les dice que pueden aprender.
  • Recompensas favorecen la autosuficiencia cuando están vinculadas a las realizaciones de los estudiantes.
  • Cumplir los compromisos acordados con los alumnos, como la entrega de calificaciones, revisión de tareas.

  • Llevar un avance personal real que ellos puedan constatar. Se puede utilizar la lista, por medio de códigos ya que en este plantel se trabajan con grupos grandes. Al alumno le agrada ver que se tiene información de sus actividades.
  • Estar atento a los indicadores del grupo respecto al funcionamiento de la clase.
  • Vigilar el respeto, la cortesía y evitar confrontaciones entre alumnos y con el maestro.
  • Aprovechar la creatividad de los alumnos hacia las actividades de la clase.
  • Detectar los líderes del grupo para encauzar sus habilidades a promover el crecimiento de grupo.
  • Estimular la participación y tomar en consideración las características individuales de cada uno de los alumnos.
  • Mostrar interés real en las consultas personales o grupales acerca de sus inquietudes, propuestas.


CONCLUSIONES:

Como hemos observado en la teoría de motivación, la actitud y trato del maestro es esencial para la construcción de una sana relación educativa entre maestro-alumno.
Es conveniente que los maestros esten atentos para evitar homogeneizar y estandarizar a los alumnos. Ya que pueden con su trato y actitudes, desindividualizarlos y entonces conducirse como si estuviéran frente a objetos y no a sujetos.
No puede darse auténtica acción educativa sin el binomio maestro-alumno, precisamente porque al educar se da una relación intrapersonal e interpersonal.
Intrapersonal porque el proceso educativo debe originarse y desarrollarse desde dentro de las personas.
Interpersonal porque el objetivo de la misma es la interacción de las personas.
El genuino educador es aquel que provoca crecimiento, porque es capaz de ver, de descubrir y valorar la potencialidad que se encuentra en la interioridad del educando.

lunes, 19 de octubre de 2009

COACHING EDUCATIVO


El interés central del Coaching Educativo es apoyar un aprendizaje individualizado que haga posible orientar, trasmitir y enseñar un nuevo modelo de educación a alumnos, maestros y padres, pilares de la comunidad educativa, y adaptarlo al modelo pedagógico de la institución. Con este nuevo modelo (Coaching Educativo), los estamentos centrales del proceso de formación no serán los contenidos curriculares, ni el sistema de evaluación, sino la comunidad educativa y los seres humanos que la conforman.


Para lograr su propósito, el Coaching Educativo busca hacer evidente las capacidades y el talento de los entes implicados en el proyecto educativo, de manera que así se pueda optimizar su desarrollo personal y profesional. Esto significa descubrir talentos en los directivos, el cuerpo docente, los educandos, la familia, el personal de apoyo, la comunidad y buscar su alineamiento.


Así, el propósito del Coaching Educativo supone la instauración y realización del proceso del coaching en tres ámbitos centrales: el ámbito familiar (coaching familiar), que brinda a los padres de familia o tutores responsables las herramientas necesarias para apoyar la formación que ofrece la escuela; el ámbito escolar (coaching en el aula), que prepara al educador, maestro, guía, a los orientadores vocacionales, psicopedagogos y psicólogos educativos como asesores en el proceso de formación del educando; el ámbito personal del alumno, donde se ofrecen al educando herramientas que le permitan llevar a cabo la concreción de sus proyectos o metas. Asimismo, conviene un proceso de coaching corporativo que involucre a directivas, entes administrativos y personal general de la organización educativa con miras a su alineamiento corporativo, alineamiento que se hace evidente y se materializa en el modelo pedagógico de la institución.


Como se observa, el coaching tiene un importante campo de acción en el sector educativo, viéndolo como la concreción de una empresa llamada "proyecto de vida individual" o como una empresa llamada "organización educativa".

sábado, 19 de septiembre de 2009

AUTORIDAD Y PODER


Al tocar estos temas en clase me surgieron muchísimas dudas, pero creo que la más importante y que a todos nos surgió, fue como adquirir la autoridady el poder, también vimos en clase que hay diversas formas de llegar a tener estos sobre la gente. Creo que se nota que me gusta mucho enfocar las cosas a la educación, pero en verdad es básico saber el punto de vista educativo de las cosas, es como la forma más común de adquirir muchas cosas y muchas veces no pensamos en el tras fondo educativo de todo.
Abría que empezar por, entender la palabra educación como un proceso de mejora de la persona y también como un proceso de responsabilización de seres libres. Porque hay que promover la libertad y su correspondiente responsabilidad. No se trata de una mejora parcial, sino de toda la persona en su conjunto y no mejora en abstracto o en vacío, sino en aspectos esenciales como la libertad.
La autoridad no solo es poder, sino sobretodo servicio. Es un servicio a la libertad en desarrollo de otros seres humanos que van siendo cada vez más autónomos y más responsables en su propio proyecto de llegar a ser lo mejor de sí mismos, superando las limitaciones personales y ambientales.
Por otra parte el desarrollo de la libertad personal es un proceso que puede ser acelerado por la educación. Educar la libertad es fomentar una mayor autonomía y una mayor responsabilidad, lo que nos llevara a una mejora continua tanto de los subordinados como de los altos mandos.
Es de suma importancia aprender a manejar el poder de tener autoridad, para guiarlo a objetivos conjuntos que beneficien a todas las partes involucradas en el proceso de tomar decisiones.

jueves, 17 de septiembre de 2009

FIN DE LA AUTORIDAD


¿LAS JERARQUIAS DEJARAN DE EXISTIR?
Bueno a pesar de que cada vez las personas se van emparejando en cuestión de autoridad, yo creo que nunca podrá desaparecer las jerarquías por completo, tal vez se haga mas pequeña la línea que las divide, pero siempre debe de haber alguien quien de alguna forma., direccione, lo que hay que hacer pues puede llegar a haber muchos conflictos en cuanto a unificar ideas, llegar a acuerdos y tomar decisiones.
¿QUE OPINAN DE LA PRESENCIA DE USTEDES, JOVENES, EN PUESTOS DE MANDO?
Creo que la presencia de gente joven en las organizaciones es de mucha utilidad, claro si estos están bien capacitados y con los conocimientos necesarios para realizar las tareas, los jóvenes harían que las organizaciones tomaran nuevos aires, innovaran con nuevos conocimientos y aportaran sus aprendizajes frescos a la organización. Ahora, también podrían hacer un gran equipo con gente que ya tiene tiempo en el negocio, ya que combinarían las nuevas ideas con la gran experiencia que tienen las personas ya familiarizadas con la empresa, el problema sería si alguno de los dos no accede al cambio del otro ya que por naturaleza, tipo de vida y generación tendrían diversas opiniones acerca de los conflictos que se les puedan presentar.

lunes, 31 de agosto de 2009

Marketing Olfativo

En el afán de conocer las motivaciones de los clientes, los publicistas postulan su nueva certeza: los consumidores no compran productos sino experiencias. El prestigio social de la marca, el embalaje, el trato del personal, los decorados del punto de venta, conforman ese plus que termina de embriagar definitivamente al usuario moderno. La nueva tendencia del marketing olfativo afianza ese camino: seducir a través de los aromas.
Cada día más compañías recurren a esta modalidad: el 35% de las 1.000 empresas más importantes a nivel mundial han puesto en marcha este concepto, de acuerdo con datos de la firma pionera del marketing olfativo Aromarketing.
El cliente se queda más tiempo
Un stand de cremas de productos de aseo personal que huele a hierbas y flores, una zapatería para mujeres con fragancias dulces, una tienda de bocadillos que sabe a pan recién horneado. Los acondicionadores de aromas pueden amenizar un punto de venta y hacer más prolongada la visita del cliente eventual. El esfuerzo tiene su recompensa: una tienda con aroma vende un 33% más que una que no lo tiene, garantizan sus promotores.
Si bien el panorama local aún está lejos del desarrollo que alcanzó el mercado americano, las perspectivas prometen. Al otro lado del Atlántico, importantes firmas ya han incorporado los acondicionadores de fragancias que actualmente se distribuyen en España. Son los casos de Bloomingdale's, Lexus, Macy's, Nordstrom, Saks, Sony, Disney, Hilton, Sheraton, Hard Rock Café, Westin, Ritz Carlton, Marriot, Coca Cola, Kraft, Nestlé, Pepsi, Procter & Gamble, entre otras.

Fragancias que refuerzan la identidad
No se trata sólo de perfumar el ambiente del punto de venta de una marca. Además del diseño, las grandes marcas eligen reforzar su identidad utilizando fragancias que las identifican a través del diseño del llamado "odotipo", una forma aromática estable que se inscribe como uno de los elementos distintivos para una marca.
A la hora de definir un olor corporativo, las empresas también suspiran por conseguir, como en las propagandas de los perfumes, una personalidad determinada.


Olores cargados de símbolos
El ser humano posee la capacidad de asociar sensaciones, procedentes de los cinco sentidos y relacionarlas con conceptos, que a su vez generan sentimientos y emociones. Los aromas también están cargados de metáforas y simbolismos que pueden ser determinantes de comportamientos sociales. Si un olor tiene la capacidad de alterar el sentido del humor o la percepción de una comida, puede también persuadir a una persona a que compre lo que huele.
El marketing olfativo considera que el sentido olfativo es el más importante porque está directamente ligado a la memoria y sentimientos. Un aroma dispara nuestra memoria, la memoria influye en nuestras emociones, nuestras emociones nos provocan un estado de ánimo, y ese estado de ánimo dicta nuestra reacción. "Nosotros unimos la memoria, la emoción, el producto y la marca", señalan desde Aromarketing.
Las singularidades culturales ejercen, de todas maneras, una influencia decisiva a la hora de formular un producto que seduzca al olfato. Los únicos aromas que no tienen fronteras son los relacionados con la naturaleza, tal vez una fruta o una flor.

CUADRO COMPARATIVO